Como turismo comunitario entendemos aquel turismo a pequeña escala que acostumbra a situarse en una zona rural en la cual, son los propios miembros de la comunidad quien ofrecen y dirigen la actividad turística y a la vez son los principales beneficiarios. Cada experiencia de turismo comunitario cuenta con unas características propias según el lugar de ubicación, haciendo difícil una definición homogénea del concepto de turismo comunitario. Uno de los puntos en los cuales coinciden las diferentes experiencias es que el turismo favorece los sectores de población más pobres y acostumbra a promover la diversificación de los ingresos de la comunidad, normalmente basada en la agricultura, ganadería o pesca. En América Latina, este tipo de turismo está teniendo un rápido crecimiento y cuenta en la actualidad con una amplia oferta.